Las exportaciones españolas a EE. UU. podrían caer en 4.300 millones de euros por amenazas proteccionistas
Las tensiones comerciales entre España y EE. UU. amenazan con impactar significativamente las exportaciones, llevando a un análisis sobre la estrategia empresarial europea.
Un estudio reciente estima que las exportaciones españolas a Estados Unidos podrían reducirse en hasta 4.300 millones de euros tras las amenazas proteccionistas de Donald Trump. Los sectores más afectados, según este análisis, podrían incluir la maquinaria, la metalurgia y la industria farmacéutica. Este impacto representa solo la mitad de la riqueza económica que ya generan en España las scaleups, que son empresas de alto crecimiento y base tecnológica, cuyo impacto alcanza los 9.772 millones de euros.
Nuevos gigantes como Cabify, Glovo, Filmin y Clickalia, que forman parte de esta comunidad de compañías en rápido desarrollo, abogan por "trabajar en la independencia tecnológica" ante los cambios políticos y comerciales a nivel global. "Si esto sirve como una llamada de atención, fenomenal", aseguran. "Tenemos que avanzar hacia una soberanía tecnológica generada en Europa", afirma Alister Moreno, fundador de Clickalia y presidente de Estech, la plataforma que agrupa a las principales scaleups nacionales.
Para lograr esta soberanía, se necesita una apuesta clara a nivel europeo por las empresas de base tecnológica. "Lo que necesitamos es que estas compañías sigan creciendo y que no solo tengamos en Europa 358 unicornios, sino muchos más", sostiene Moreno. En este sentido, la Comisión Europea ha creado una vicepresidencia tecnológica y una comisaría de startups que también atiende las necesidades de las empresas más consolidadas. Recientemente, Bruselas lanzó una consulta pública para contribuir a una estrategia que mejore las condiciones del sector y permita a estas firmas crecer más rápidamente.
A principios de febrero, Valdis Dombrovskis, comisario de Economía y Simplificación Administrativa, afirmó en una conversación con EL PAÍS que el intento de la Comisión Europea de reducir cargas administrativas "va en serio", aunque admitió que la UE "enfrenta graves problemas de competitividad". El objetivo de Bruselas es reducir la carga administrativa un 25% para las empresas en general y un 35% para las pymes, lo que supondría una reducción de 35.000 millones de euros en costes burocráticos.
Sin embargo, el punto de partida es complejo. Europa ha avanzado en una dirección distinta a Estados Unidos desde 2018, creando cuatro veces más regulación, lo que ha afectado la competitividad de las empresas del Viejo Continente. De hecho, actualmente no hay ninguna compañía europea entre las veinte primeras en el listado global por capitalización de mercado. Este dato resalta la urgencia de una respuesta contundente para mejorar el acceso a inversiones, un factor clave para el crecimiento de estas empresas emergentes. En EE. UU., el 70% de las grandes compañías tecnológicas se financian a través de mercados públicos, mientras que en Europa esa cifra apenas alcanza el 20%.
Las empresas tecnológicas también alertan sobre la existencia de dos velocidades dentro del continente. Por un lado, Reino Unido y Francia han implementado planes centrados en incentivos fiscales y en el respaldo institucional a grandes fondos, mostrando que las economías europeas pueden crear un círculo virtuoso de empleo, atracción de talento y desarrollo de nuevas habilidades.
Dadas las circunstancias, Estech considera que ha llegado el momento de que España lidere las conversaciones comunitarias. El país ha logrado crear 17 unicornios, lo que evidencia el éxito de su modelo. "En España no nos hemos enfocado lo suficiente. Hemos enfrentado tantos retos en los últimos años que no hemos priorizado este asunto. Ahora debemos adoptar lo mejor del modelo inglés y del modelo francés para atraer capital", expresa Moreno.
Este enfoque contrasta con el modelo de Trump, que se basa en la desregulación masiva. "Nosotros queremos simplificar tanto los interlocutores como las capas burocráticas. La comunicación con el sector público tiene que ser rápida y directa", añade Moreno. Es fundamental establecer reglas "claras, simples y fáciles de entender" para generar confianza en los inversores y permitirles operar de manera ágil y transparente.
Para lograr este objetivo, la plataforma de empresas tecnológicas ya está en conversaciones con el Ministerio de Economía, el ICEX y otros organismos públicos para mejorar la coordinación entre las partes y fortalecer la competitividad de los nuevos y consolidados unicornios españoles. La confianza está depositada en que estos esfuerzos sean vistos como un pacto de Estado, con beneficios claros tanto para España como para sus colegas europeos.